martes, 22 de abril de 2014

Poesías sobre el abismo V - Lo que me toca



Sobrevolaba el abismo.

El vértigo venía de a ratos
cuando miraba el suelo,
pero pensaba que no tenía porqué.

Conozco el polvo y también la grieta
- decía -
estuve andando sobre la cima
de aquel volcán,
sobre la tierra seca y gris
y poco a poco
fui recordando
como llegué
y así también
como podía irme.

Eso creí.

Creerse a salvo
engancha igual
que la tristeza
o incluso más.

Creerse a salvo
de todo lunes
y todo martes.

Pero volar también me cansa.
Y caminar también me cansa.
Y andarme quieta
también me cansa.

Y busco fuerza en cada roca.

Quiero arreglarlo todo.
A mí, a ti, al resto.
El mundo entero
pegado con superglue.

Quiero arreglarlo y no estar a salvo.
Tan solo estar.

Quiero que el suelo no sea caliente.
Y que la nube no sea tan fría.

Y al darme cuenta
de lo imposible
quiero dejar de querer.

Y así no funciona el mundo, kid.
Así no consigo nada.

martes, 15 de abril de 2014

6:57 - Caída Libre

Convertir todo mi caos
en un poema
podría salvarme.

Y la música es poesía.
Y tus ojos son poesía
aunque no quiera mirarte.

Y mis gatos y la luna
y la droga y las flores
y la grieta y el grito.

La gente bailando
como si el mundo
fuera una fiesta.

La gente corriendo
como si el mundo
fuera una guerra

El yang
y el ying-tonic.

Todo es tan simple
que ya no entiendo
complicarme.

Y el tiempo se rompe
con cada salida de incendios.

El tiempo se rompe
con cada papel que tú ves
después que mi mano
lo manche de tripas y 
hueso.

El tiempo se rompe y joder,
doy gracias.

Cualquiera podría decirte
''fui yo''
quien hizo que el mundo estallara.

Cualquiera podría sentirse culpable.

Y nadie tiene la culpa.

Aquí y ahora
es vino y tequila.

Después no lo se.




viernes, 4 de abril de 2014

Poesías sobre el abismo IV - Anestesia general

Hace tiempo que me olvido de abrir letras
me acomodo en lo inocuo
me distraigo con sirenas
subo la música y bailo
no quiero parar de bailar
y volver a mirar el techo
que tapa el cielo.

Hace tiempo que me canso
de poesías de mentira.

El problema no son
los amaneceres
interminables.

El problema
es la hora,
el minuto,
el segundo.

Pero es todo un ciclo.

En el resto
me mantengo a raya(s)
me disparo en el pecho
de cuando en cuando
para ver si me sangra
y lo hace
y se inunda mi cuarto
y la gente lo pisa
y lo mancha todo
porque no pueden ver
si les tapo los ojos.

A veces todo es un juego.

Si no el dinero
y las facturas
el amor
y la resaca
el vacío
y lo que llena
estarían jodiendo
todo el tiempo.

Yo no sé rendir un sueño
y por eso ya no duermo
ni contigo ni con nadie.

Hace tiempo que alimento
este miedo a que las cosas
vayan mal.

Y me estoy equivocando.

Yo no se como quedarme.
Cerrar y fundir la llave.
Tratar de ser como el resto.
Sin nada que ganar.

Yo no se como vivir en coma.
Yo no se como esconderme
la poesía.