jueves, 27 de junio de 2013

Veleta

Siempre estoy girando
como una veleta anclada en el aire
dando vueltas de campana
llena de violencia y adrenalina,
miro y a veces confundo,
hablo y parece que gruño,
toco y llego a quemarme.

Tú sigues el paso de los hombres buenos,
clavas los pies en la tierra y eres gigante
y caminas con la cabeza sobre las nubes;
miras y ves, hablas y dices, tocas y sientes,
tienes lo que la gente no sabe que existe
y el mundo triste te infravalora
por ser demasiado humano.

En cambio para mí es complicado
hacer que todo aflore
en el vivir diario, en la costumbre,
en lo supuesto;
es complicado vivir si el mundo
me empuja siempre a esconderme.

Y tú no te escondes
y al verte recuerdo
que yo también sigo el paso
de los hombres buenos
que somos huesos,
y tripas,
y sangre.

Y ese es el mejor regalo
que has podido darme.

Por eso, ahora que te sientes virar
como una veleta anclada en el aire
quiero decirte que no te preocupes – nunca
que puedes cambiar el norte cuando quieras
que el sur puede ser desierto y caribe
que no importa si el sol sale por el oeste
porque sabes que la vida
no son verdades a medias
la vida es destilado de rocío
es espíritu, y avance, y meta
es puro conocimiento al alcance
de quien lo quiera apreciar
y nosotros lo hacemos
y por eso nos quiero;
por no estar dispuestos a negar
la maravilla de la existencia.



A mi hermano Toňito.

miércoles, 19 de junio de 2013

Tesoros

Todo está perdido
y nadie se da cuenta
de que si buscan
igual encuentran.

martes, 4 de junio de 2013

Azul

Vuelve a ser difícil reírse
eso me dicen los espejos
y las bolsas vacías
de cristal.

Quise pensar que me faltaba
madurez, o fuerza
o alguna de esas cosas
de las que hablan los mayores.

Quise pensar que me faltaba
aguante,
que mi cabeza era demasiado
sentimental,
que mi estómago no se quejaba
de vicio.

Quise pensar que no podía
con la tristeza,
que no debía derrumbarme
cuando viniera a ofrecerme
dónde llorarla.

Pero las cosas no funcionan
si dentro estoy rota
y muerta de miedo
por una mezcla de
abandono constante
y bioquímica irregular.

Un: ¿qué coño estás haciendo?
seguido de un: nada
solo beber
y escribir
y pensar
que no soy más
que mis viejas historias
de autocompasión.

Castigarme
ignorar los espejos
vaciar las bolsas
y reírme sin ganas
me ayudó a descubrir
que lo estaba haciendo
todo mal.

Y ahora que lo sé
todo lo tangible
transmuta en un eco
silencioso
que libera la tristeza
y a mí con ella.

Y entonces lluevo
y hay tormentas
y diluvio
sobre todas las heridas
que cerraron mal
por olvidar que el amor
también podía
no hacerme daño.