y poca gente quiere vivir bocabajo
colgados como murciélagos.
Nosotros, que volamos,
que queremos cagar en la cabeza de
todos los dogmas
nos encontramos solos
y siendo el resto
no sabemos como frustrarnos
sin perder el amor por el café y las
duchas tibias.
Nada más lejos de la resignación
que la decisión
y por eso decidimos SER
y que venga lo que vendrá.
y que venga lo que vendrá.
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